Las actitudes positivas elevan tu salud, tanto física como mental y emocional. Mantenerte positivo en todas las situaciones que se presenta dia con dia es algo maravilloso, sentirte feliz y con energía son algunos de los resultados de convertirte en alguien más positivo.
1. Siéntete cómodo con tu piel.
Durante muchos, muchos años hemos estado bajo una represión debido a nuestro color de piel y nuestro origen, eso debe parar. Nuestra piel es nuestro hogar, es nuestro templo. Hemos nacido con él y nada ni nadie puede hacernos sentir mal sobre él.
Tu piel no es sólo tuya, es parte del universo y lo que la distingue no es el color ni las marcas que lleva, sino tu esencia.
Sentirte cómodo con tu piel es una manera de positivísimo, es un reflejo de tu interior. Por lo tanto, al estar bien por dentro tu piel refleja ese estado. Ya sea que padezcas de alguna enfermedad cutánea, que tus mejillas sean un poco más rojizas de lo normal o que tengas un tono poco común, tu piel es parte de ti. Tú la elegiste inconscientemente y es uno de los regalos más preciados que nos han dado, al valorarla, te valorarás a ti mismo de una manera completa.
2. Apreciar y Valorar.
Apreciar a las personas que te rodean, que son parte de tu vida y que están cera de ti. No a los objetos materiales, sino a todo ser vivo que se encuentra en este planeta con nosotras. Ya sea una planta que ha crecido en tu calle o a esa vecina que siempre está al pendiente de todo, apreciar es llenar de amor al mundo en el que vives y al hacerlo, te llenas de amor a ti mismo.
Valorar cada palabra, cada sonrisa que intercambiamos en el camino al trabajo… Cada día, cada nuevo amanecer en tu vida. Valora cada instante que pasas en este mundo y cada cosa buena y mala que sucede en él.
Valorar es apreciar cada cualidad de una persona, un árbol o un río que baja por las montañas. Apreciar y valorar son cosas que sólo el ser humano puede sentir conscientemente, son cosas que nos hacen ser más positivos.
3. Ve los dos lados.
El mundo es un equilibrio entre energía positiva y negativa, así mismo lo es cada situación que se presenta en nuestro camino. Aprender a observar cada lado, lo bueno y lo malo, es una manera de crecer y de convertirnos en personas positivas.
Al darnos cuenta de que todo lo que sucede crea un buen y un mal, nos damos cuenta de que no todo es malo. Las guerras no son del todo negativas, ya que a pesar de perder muchas vidas otras obtienen alimento y sustento a base de fabricar las armas. Tal vez no estén de acuerdo con este ejemplo, pero es una realidad. Por cada cosa negativa que sucede en el mundo, se crea una positiva y viceversa.
Aprender a vivir en este equilibrio es sumamente difícil, pero cada suceso nos enseña a hacerlo.
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