No hay nada peor que tener hábitos negativos en nuestra vida. Pero los peores son los pensamientos, los que nos hacen personas sofocantes y estresantes. Todos tenemos cosas negativas, pero podemos cambiarlas, es una de las bellezas de los seres humanos. Cuando algo no nos gusta de nosotros podemos cambiarlo y transformarlo.
1. Perfección
Tratar de que todo sea perfecto es como decir que el cielo es naranja, imposible. Nada puede ser perfecto y al tratar de ser perfeccionista te dañas a ti y a los que te rodean. Lo único que provocarás en ti será dudar, pensar que eres menos y desilusionarte.
2. Juzgar
Cuando juzgamos, ya sea a nosotros mismos o a otras personas lo que estamos haciendo realmente es enfocándonos en las cualidades negativas del ser humano. Además de que al juzgar a los demás te haces pequeño, una gran persona sabe que juzgar no deja nada bueno.
3. Dudar de ti mismo
Dudar de nosotros mismos… En esta época es común, es más fácil que creer en nosotros y la mercadotecnia es una de las culpables, la otra parte eres tú. Todo empieza de pequeños cuando no logramos los mismos resultados que los demás y cuando llegamos a la adolescencia nuestros cambios hormonales no ayudan, pero es como una mala hierba: la tenemos que cortar de raíz, eliminarla de nuestra vida.
4. Pensamientos fatalistas
Pensar que siempre saldrá mal y esperar lo peor es algo malo, frustante y extremadamente negativo. La vida es bella, es perfecta con su imperfección, ¿por qué adelantarnos a lo peor? Todo lo que tenga que suceder, sucederá. ¿cuál es el sentido de pensar cosas negativas si no conocemos el futuro?
5. Preocupación
De nada sirve preocuparnos tanto por todo, dejemos que fluya la vida. La preocupación excesiva causa estrés y enfermedades, no tiene caso preocuparnos tanto para terminar mal. Preocuparnos no cambia nada más que nuestra salud física y mental.
6. Quejas
Cuando te enfocas en los aspectos negativos, que es lo que sucede cuando te quejas de todo y por todo, en realidad estás decidiendo nunca estar satisfecho y feliz. Es una decisión que tu mismo has tomado durante tanto tiempo.
7. Control
No puedes tener el control de todo, es imposible. A veces no tenemos ni el control de nosotros mismos, ¿qué te hace pensar que puedes controlar lo demás? Al querer controlarlo todo solamente te frustras y al final te culparás a ti mismo por no lograrlo. No puedes vaciar los océanos, deja de intentarlo.