En la vida vamos aprendiendo a soltar cosas y hasta personas, pero esto no quiere decir que las olvidemos o que dejemos de amarlas, simplemente es aceptar y dejar ser. Soltar es difícil y aterrador, sobre todo cuando se trata de personas que han sido parte de nuestra vida y tienen un espacio en nuestro corazón.
Soltar es amar, sin condiciones ni expectativas; soltar es aceptar las cosas tal y como son; soltar es abrir nuestro corazón y expandir ese sentimiento de amor y gratitud por todo el universo.
A veces nos sentimos estancados en una situación o aferrados a una persona, pero al soltar la situación en la que nos encontramos liberamos todos nuestros sentimientos y simplemente pasamos de estar en conflicto a ser libres. Libres en cuanto a pensamiento y sentimiento.
Soltar a una persona no es nada sencillo, en realidad es un acto terriblemente doloroso y difícil. Pero mientras lo hagas con amor, el resultado será totalmente favorecedor para ambas partes. Soltar no significa dejar de amar, sino todo lo contrario, soltar a una persona es amarla. Es amor puro, es amor incondicional y amor de ese que vemos en las películas románticas.
Soltar a una persona es estar consciente de que lo estas liberando de tus expectativas, de tus sentimientos y emociones negativas. Es darle amor para ser libre, para tú ser libre. Es extrañarlo por las noches, anhelarlo en las mañanas y amarlo en la distancia. Es enviarle tu amor a través de la vida, a través del pensamiento.
Soltar es un acto de madurez, de amor y de valientes. No todas las personas podemos soltar, muchas negamos la realidad y nos aferramos a una situación o persona para evitar sentirnos solos, terminar con una persona, cambiar nuestra vida… Sólo los valientes pueden soltar a una persona por amor, tanto al prójimo como propio.
Cuando sueltas a una persona valoras cada instante, cada momento, cada palabra… Valoras sus defectos y virtudes, hasta su mirada. Valoras a ese ser humano que estuvo a tu lado por ese tiempo y valoras el tiempo.
Soltar es amar a la distancia, es amar en pensamiento y no sólo en lo físico, soltar es el arte de amar a la distancia que no todos podemos lograr. Es amor puro que trasciende de esta realidad y se expande por la vida.