Todos hemos hecho propósitos para el año nuevo, comemos uvas, tomamos vino y de alguna manera nos olvidamos de ellos al otro día (y no solo por la cruda). Cada año nos tomamos un momento para hacer nuestra lista de propósitos, pensamos detenidamente en ellos, pero nunca pensamos en cómo lograrlos ni cuando lo haremos. Simplemente nos lanzamos a pensar en ellos conforme vamos comiendo uvas, y… ¿cuántos has cumplido? Y no solamente este año, sino en toda tu vida. Seguramente han sido pocos, y si han sido al menos 5 de ellos cada año, ¡felicidades, eres uno de los pocos que lo ha logrado!

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1. Sé realista:

Ser realista a la hora de hacer tu lista de propósitos es tanto sano como positivo, por un lado no te exiges de más (conociendo tus límites) y por el otro lado, no te decepcionaras a ti mismo. Ser realista es saber qué es lo que realmente quieres lograr, no decir nada mas «este año dejaré de fumar» cuando realmente no tienes intención alguna de hacerlo y solamente lo dices porque es año nuevo y por decirlo…

2. Haz una lista:

Haz una lista de todo lo que quieres lograr, de lo que sea. No importa si parece tonto o si es casi un «milagro» que lo vayas a cumplir. Suelta la mano y tu cabeza y apunta todo lo que se te ocurra, ya irás tachando lo que realmente no quieres cumplir y lo que ya haz cumplido. Piensa bien cuales son las cosas que realmente quieres y puedes lograr, no necesitas sorprender a nadie más que a ti y los propósitos son personales. No necesitas hacer 12 propósitos como es la tradición, puedes tener más o menos, lo importante es que tomes en cuenta los que son realmente importantes para ti.

3. Ponte metas:

Ponerte metas es una buena estrategia para cumplir lo que deseas, en cualquier aspecto. No es tan difícil, simplemente tienes que pensar donde te encuentras y a donde quieres llegar. Es como decir «peso 80kg y quiero llegar a los 60» (por decir algo). Esas palabras causan un gran impacto en tu cerebro y en tu patrón de pensamientos, el simple hecho de decir «llegaré a esto» te da ánimo y te da la energía necesaria para lograrlo.

4. Usa tu calendario:

Marca en tu calendario la fecha en la que lograrás tu propósito, porque no sirve de mucho pensarlo nada más, a veces necesitamos un poco de presión sana para lograr las cosas. Puedes ir tachando los días hasta la fecha estimada, poner estrellitas o lo que sea necesario para que sigas motivado hasta la fecha. Lo más importante es no darte por vencido, sobretodo cuando relamente deseas lograr ese propósito.

5. Sácale provecho a los recordatorios de tu teléfono:

La tecnología está de nuestro lado si sabemos utilizarla y le sacamos el mayor provecho posible. Poner alarmas y recordatorios para acordarte de tus propósitos y metas no tiene nada de malo ni es tonto, en realidad, viviendo con tanta agitación de trabajo y estrés, es algo normal y positivo. Pon un recordatorio a la semana, o una vez al día. De esta manera no olvidarás tus propósitos (como cada año).